Este es un pequeño estudio de alrededor de mediados del siglo XVI. Afanado entre libros, viales, matraces y otros materiales de estudio, este alquimista trabaja en una fresca y veraniega noche estrellada.
Por alguna razón, me fascina la imagen de antiguos estudios abarrotados, llenos de brillantes utensilios con innumerables formas y colores, enmarcada la escena por una infinita y vivificante noche de estrellas. Me imagino a algunos de estos sabios enfrascados en su lugar de trabajo y que, a pesar de estar atareados sobre su escritorio, no pierden el contacto con la naturaleza, hallando en su arrebatadora belleza la ilusión para seguir avanzando con su trabajo. Manteniendo encendida su curiosidad y permanentemente fascinados ante la complejidad del Universo, me los imagino estudiando la vida y las estrellas, en busca de entender el todo que relaciona la totalidad de lo que existe.
Wow! No sé qué me ha gustado más, si el resultado final o su historia. 😊 Enhorabuena, me ha encantado, Pablo!
ResponderEliminarMuchas gracias Laura! :) en realidad es una visión un poco particular mía; espero que la imagen resulte evocadora a todo el que la vea, y conseguir transmitir un poco de esa mezcla de sensaciones.
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