Al hacer algo que debiera ser "bonito", se pone mucho cuidado en que todo salga bien, un cuidado que muchas veces puede impedir la ejecución de decisiones más valientes por miedo a estropear el resultado. Sin embargo, al hacer algo "feo", ese cuidado se esfuma, y con él el miedo a hacer cualquier cosa que pudiera "afear" el resultado. Nace así cierta valentía que permite superar esos mencionados límites, pudiendo llevar, paradójicamente, a resultados que podrían considerarse bastante interesantes, al menos en cuanto a técnica y diseño se refiere.
No hay comentarios:
Publicar un comentario