Normalmente, se pueden ver estructuras, casas, e incluso mastodónticas ciudades en muchos lugares durante el viaje. Sin embargo, la mayoría suelen estar deshabitadas como cascarones vacíos. En muy raras ocasiones, por suerte tan solo estarán habitados puntualmente por individuos que necesitan un alto en su camino o minúsculos grupos de poblaciones temporales.
No obstante, no es infrecuente que estos lugares, abandonados, olvidados y fuera de la memoria desde hace infinidad de tiempo, sean el refugio de criaturas de la más extraña naturaleza.
EL ENTRAMADO IV:
Refugio habitado
Las ruinas son una constante
a lo largo del camino.
Integradas en el entorno,
ofrecen refugio al
viajero cansado.
Pero incluso los lugares altos,
aparentemente seguros,
deberían ser revisados dos veces
antes de entrar en ellos.
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