Un soldado con la cruz blanca sobre fondo rojo de Saboya. Como se puede ver, es la única pieza de uniforme que lleva. El tema de los uniformes resulta interesante en esta época. Hay referencias que confirman que existieron contingentes vestidos de manera homogénea, en cuanto a disposición de color se refiere –como en el anteriormente comentado caso de Lübeck-, luciendo los colores representativos de sus banderas. Otra manera de diferenciarse era coser la insignia del pueblo, compañía o lugar de pertenencia a la ropa –normalmente en el pecho o la capucha-. Y también podía lucirse, como en esta ilustración, una sobreveste con la librea pertinente.
Este soldado aparece llevando su capucha de una forma más elegante
que la forma habitual; enrollándola sobre su cabeza. Analizando las iluminaciones de los códices de ésta época, se comprueba que ésta es sólo una manera en
cómo podía llevarse esta versátil prenda tan extendida en este siglo.
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